En la vida, a menudo nos encontramos con individuos excepcionales que se destacan en una variedad de disciplinas. Luis Tovar Fonseca es uno de esos individuos notables. Con una carrera que abarca más de cuatro décadas en la odontología y una pasión por la música, las artes marciales, la esgrima y la fotografía, es un verdadero renacentista moderno. Por otra parte, su esposa y colega Mayquel Domínguez de Tovar brilla con luz propia. Esta cubana, graduada de la Escuela Nacional de Arte en La Habana, ha demostrado que es posible combinar dos mundos aparentemente dispares: la música y la odontología. Además de su formación como flautista, Mayquel es una apasionada de la vida saludable y el ejercicio, lo que la lleva a mantener un equilibrio perfecto entre su amor por la música y su carrera en la odontología.
En esta entrevista, exploramos la vida multifacética de los esposos Tovar, conoceremos más sobre su fascinante vida y cómo han logrado armonizar todas sus pasiones.
Conociendo a Mayquel Domínguez de Tovar: La armonía entre la música, la odontología y el mundo…
Mayquel, cuéntanos sobre tu formación en la Escuela Nacional de Arte en La Habana y cómo nació tu pasión por la música.
Desde una edad muy temprana, la música siempre estuvo presente en mi vida. Mi madre era profesora de música, por lo que crecí rodeada de instrumentos y melodías. Cuando llegó el momento de decidir mi camino, la flauta me eligió a mí. Ingresar en la Escuela Nacional de Arte en La Habana fue un sueño hecho realidad. Durante años, me dediqué a perfeccionar mis habilidades como flautista, lo que me brindó la oportunidad de tocar en numerosas orquestas y conocer a músicos increíbles.
¿Cómo logras equilibrar tu carrera musical con tu trabajo en odontología?
Es un desafío, sin duda. Pero creo que la clave está en la organización y la pasión. La música sigue siendo una parte esencial de mi vida, y tocar la flauta es mi forma de relajarme y expresarme. Mi trabajo como odontóloga me llena de satisfacción al saber que estoy ayudando a mejorar la salud de mis pacientes. Ambas disciplinas me aportan una gran alegría, y esa felicidad me ayuda a equilibrarlas.
Además de tus dos carreras, eres un amante del ejercicio y el estilo de vida saludable. ¿Cómo encaja esto en tu vida ocupada?
Hacer ejercicio y mantener un estilo de vida saludable es esencial para mí. No solo me ayuda a mantenerme en forma, sino que también me da la energía y la claridad mental para enfrentar mis responsabilidades diarias. Hacer deportes y mantenerme activa es un escape, una terapia que me recarga para dar lo mejor de mí en la música y la odontología.
Sabemos que eres una viajera apasionada. ¿Cómo has combinado tus viajes con tus dos carreras?
Viajar es una fuente constante de inspiración. Me ha permitido conocer diferentes culturas, escuchar distintos tipos de música y aprender sobre diferentes enfoques de la odontología. Viajar me recuerda que el mundo es grande y diverso, lo cual es algo hermoso. Estas experiencias enriquecen tanto mi música como mi trabajo en odontología.
Conociendo a Luis Tovar: Un Maestro Polifacético…
Cuéntanos sobre tus inicios en la música y en el Hapkido.
Comencé a tocar el piano y el acordeón a una edad temprana. La música siempre ha sido una parte fundamental de mi vida. Tocar el piano y el acordeón es mi escape, mi forma de expresión. En cuanto al Hapkido, me uní a la disciplina hace más de tres décadas. El Hapkido es un arte marcial que se enfoca en la autodefensa y la utilización de la energía del oponente. Me enamoré de su filosofía y su enfoque en el equilibrio y la armonía.
Además de la música y el Hapkido, eres maestro de esgrima y fotógrafo aficionado. ¿Cómo entras en estas disciplinas?
La esgrima me atrajo por su elegancia y precisión. Fui entrenado por maestros talentosos y, con el tiempo, me convertí en un maestro de esgrima yo mismo. La fotografía, por otro lado, es una pasión que se desarrolló mientras viajaba por el mundo con mis alumnos. Capturar momentos y emociones a través de la lente de una cámara se ha convertido en una forma de arte adicional para mí.
Ha sido un odontólogo general durante 46 años. ¿Qué te inspiró a entrar en la odontología y cómo ha mantenido tu pasión a lo largo de las décadas?
La odontología es una profesión que me ha permitido mejorar la vida de las personas, devolviéndoles sonrisas y confianza. Esa es mi mayor motivación. Mantener mi pasión ha sido posible gracias a la constante evolución y aprendizaje en este campo. La odontología no es solo ciencia, sino también arte.
Eres el dueño y creador de Clínica Dental Tovar. ¿Cómo logras construir tu propia clínica y qué la hace especial?
La Clínica Dental Tovar es el fruto de años de trabajo duro y dedicación. Nuestra clínica se destaca por ofrecer atención personalizada y de alta calidad. Priorizamos la comodidad de nuestros pacientes y la última tecnología en odontología.