Diego Lozano es un experimentado profesional de la industria hotelera que ocupa el cargo de Gerente General en el Bristol Panama. Originario de España y con una sólida formación académica que incluye una graduación con honores en el prestigioso Glion Institute of Higher Education en Montreux, Suiza, Diego Lozano ha forjado una destacada carrera hotelera internacional.

Comenzando su trayectoria en hospitalidad en 2012, Diego ha acumulado una valiosa experiencia en diversos continentes, desarrollando habilidades clave como el liderazgo, la determinación, la responsabilidad y la organización. En su actual rol como Gerente General del Bristol Panama, lidera con maestría un equipo en una posición privilegiada.

Con una visión centrada en elevar las experiencias de los huéspedes al siguiente nivel, Diego busca constantemente oportunidades para innovar y establecer nuevos estándares de calidad. Es un honor tener a Diego como invitado exclusivo en Debut Magazine… ¡Bienvenido, Diego!

¿Cómo se define Diego?

Eléctrico, creativo y apasionado.

 

¿Qué te motivo a formarte como profesional en la industria hotelera?

Desde pequeño he viajado mucho y siempre hubo algo mágico y místico en el funcionamiento de los hoteles que cautivó mi atención y que, posteriormente, me hizo entrar en esta industria tan agradecida.

 

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te ofrecieron venir a Panamá?

Emoción. Principalmente por no conocer casi nada del país más allá del canal. Tras hacer mi debida diligencia quedé asombrado por la gran cantidad de posibilidades, recursos y maravillas turísticas que tenía el país. Panamá tiene un futuro turístico muy prometedor y desde nuestra posición estamos felices de aportar nuestro grano de arena.

 

Desde que eres Gerente General del hotel… ¿Cuál ha sido tu mayor reto a nivel personal y profesional?

Hemos tenido infinidad de retos en estos dos años que llevo en la propiedad, pero creo que de los más remarcables es establecer nuestra visión de hospitalidad para devolver a Bristol al lugar que se merecía. Bristol ha tenido un proceso de revitalización y rebranding muy exitoso debido, en su mayor parte, al gran equipo humano que tiene la propiedad con un gran sentido de pertenencia y pasión por la hospitalidad.

 

¿Cómo crees que tu visión y liderazgo contribuirán al crecimiento y éxito continuo del Hotel Bristol Panamá en el mercado hotelero?

En Bristol estamos centrados en cuidar y curar la estadía de cada huésped, siempre buscando oportunidades para innovar y alcanzar la excelencia. Como hotel, buscamos representar el arte de la hospitalidad panameña y ese es un estandarte pesado e importante que todos tenemos en mente cada vez que recibimos un huésped. Nos importa lo que hacemos y cómo lo hacemos. Constantemente buscamos superar las expectativas y prestamos especial atención a los detalles más pequeños para crear una experiencia remarcable.

 

¿Cuál es tu enfoque para liderar y motivar a un equipo en un entorno multicultural como el de un hotel internacional?

Mostrar a tu equipo cuánto te importan antes de demostrar cuánto sabes, es una parte crítica de la gestión de cualquier propiedad. Es sumamente importante estar cerca del equipo a nivel operativo, caminar tus áreas, hablar con los huéspedes y obtener conclusiones propias. Siempre buscando la manera de motivar al equipo a través de objetivos concretos, medibles y una visión que de sentido a lo que hacemos cada día.

 

¿Te adaptas fácilmente a los cambios? Cuéntanos un poco sobre tu proceso de vivir actualmente en Panamá.

En los últimos 12 años he vivido en 7 países. Panamá, Perú, México, Camboya, España, Suiza y Estados Unidos. Esto acorta mucho los tiempos de aclimatación a nuevos lugares, pero nunca se debe pecar de sabiondo. Cada país tiene cultura, idiosincrasia y costumbres por lo que siempre es muy importante aprender la historia y tomarse el tiempo para conocer la cultura. Esto es, sin duda, un factor fundamental también en el ámbito laboral.

 

Alguna anécdota que haya marcado tu vida en el mundo del hotelería…

Una de las más remarcables para mí fue cuando me trasladé desde Suiza hasta Camboya. Dos países completamente opuestos como el sol y la luna. Yo era un joven de 22 años con mucha energía y ganas de hacer muchas cosas. Sin embargo, cuando intentaba guiar y transmitir al equipo no conseguía los resultados esperados, lo que llegó a ser bastante frustrante y desmotivante. Es entonces cuando mi anterior GM me sentó y me dio una gran lección, mostrar a tu equipo cuánto te preocupas por ellos antes de demostrarles cuánto sabes. Y, es por ello que la base del liderazgo está en la conexión humana con las personas, en dejar tu ego personal aparte, cuánto conocimiento tienes o cuánto quieres crecer y enfocarte en sacar lo mejor de cada persona que te rodea de manera genuina y honesta.

 

Preguntas y respuestas cortas:

Tu mayor virtud: Compromiso

Un defecto: Paciencia

Lo que no puede faltar en la casa de Diego es… Jamón Ibérico de bellota, Mahou 5 estrellas y Patatas Bonilla

Tu lugar favorito en la vida: El río Júcar a su paso por Cuenca.

Película que todos deberían ver: El Padrino

¿Vino tinto o blanco?: Tinto y español

 

 

 

 

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