Esta interacción entre el pasado y el presente da nueva vida a los códigos de la marca a través de un lenguaje visual que es rico en experimentación, artesanía y detalles distintivos.

La grandiosidad casual que define el ADN de Gucci vuelve a ser el hilo conductor de la colección. Las siluetas femeninas y masculinas comparten una base sastrera, pero siguen caminos distintos: sensualidad para las mujeres y una elegancia desenfadada para los hombres.

Para las mujeres, la sastrería encuentra un equilibrio entre la precisión estructural y la fluidez: las chaquetas entalladas se combinan con pantalones de inspiración masculina, mientras que detalles como bufandas de cuero y tejidos trompe-l’œil añaden capas de complejidad estética. Cada conjunto encarna una feminidad segura, donde las raíces históricas y una visión vanguardista se fusionan para redefinir el lujo moderno.

Para los hombres, la sastrería es relajada y discreta, con líneas limpias y proporciones generosas. Los blazers oversize se combinan con pantalones de corte amplio, mientras que camisas de sarga con lazos en el cuello aportan un toque lúdico y poco convencional. El resultado es un closet que combina refinamiento con practicidad, manteniendo una visión relajada y auténtica de la modernidad.

El motivo Flora, creado por la imaginación de Vittorio Accornero de Testa, se reinventa con un giro inspirado en la bandana: el diseño original es reinterpretado y colocado en las prendas con la precisión de una bufanda. Una versión degradada del diseño original aparece en los pañuelos atados alrededor de la cabeza, mientras que otros presentan símbolos ecuestres como el horsebit y las correas, subrayando el legado de la Casa.

Las prendas de abrigo son el pilar de la colección, con una exquisita artesanía que fusiona tradición e innovación. Entre los elementos destacados se incluyen el shearling GG Monogram en tono sobre tono, chaquetas de cuero texturizado y shearling con efecto terciopelo rasurado, redefiniendo los límites del lujo casual. Desde las incrustaciones geométricas hasta los acabados internos, cada detalle celebra la excelencia artesanal italiana, ofreciendo una sensación palpable e intransigente de lujo.

Los accesorios juegan un papel fundamental. La Jackie 1961, un icono entre los iconos, se reinventa con un contraste de materiales y símbolos de archivo, combinando ante con la franja Web. La Blondie, con su característico elemento circular, se actualiza en shearling, fusionando elegancia con comodidad. Mientras tanto, el nuevo Gucci Softbit presenta un diseño relajado y minimalista que le da un giro moderno al Horsebit. Para las mujeres, destacan los mocasines gruesos con diversas opciones de tacón, mientras que los mocasines para hombres introducen detalles como un penny removible, algunos con tachuelas.

La colección se enriquece aún más con joyería audaz, definida por proporciones decisivas y detalles sofisticados: collares y pendientes llamativos completan cada look. Las gafas de sol de metal ultraligero destacan por sus siluetas de lentes juguetonas y suaves tonos degradados. La paleta refleja la energía de los años 70, con cálidos tonos tierra iluminados por acentos inesperados.

Gucci Pre-Fall 2025 es una celebración de la libertad y la visión: una colección que mira al pasado para reinventar el futuro, fusionando códigos clásicos con un espíritu contemporáneo y vibrante. Una invitación a abrazar la moda como una expresión auténtica del ser.

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