Con un fuerte enfoque en el ecoturismo, el país proporciona a los visitantes una conexión profunda con entornos naturales, desde sus selvas tropicales hasta sus playas vírgenes.

Una excelente manera de experimentar esta riqueza natural es recorrer la ruta que va desde la Gran Área Metropolitana (GAM) hasta la Costa Verde en el Pacífico Central. Este trayecto ofrece vistas impresionantes y actividades al aire libre, haciendo de cada parada una experiencia memorable.

En la GAM, el punto de partida es Costa Rica Marriott Hacienda Belén, una propiedad donde tendrá la oportunidad de experimentar una estadía tan confortable como enriquecedora. Rodeado de exuberantes jardines y con vistas a las montañas del Valle Central, el hotel luce una arquitectura colonial y una narrativa de diseño entorno al café. Aquí las actividades son variadas: tratamientos de spa, caminatas de observación de aves, tiempo de relajación en las piscianas al aire libre, clases de cocina costarricense, catas de café, entre otras.

Está lejos de ser el típico hotel de ciudad, es más bien un resort urbano, donde es posible escuchar el cantar de los pájaros, observar un entorno verde y disfrutar de múltiples servicios, a solo pocos minutos del Aeropuerto Juan Santamaría, de los principales centros corporativos y atracciones turísticas como fincas de café, volcanes, Sarchí -cuna de la artesanía costarricense- y el centro de San José.

Después de dedicar un par de días a algunas -o todas- de las experiencias mencionadas, es momento de tomar la Ruta 27 y posteriormente la Ruta 34 hacia la Costa Verde.

Primera Parada: Sabores Locales

Tras dejar el confort del Costa Rica Marriott Hacienda Belén, el primer alto en el camino es uno de los puestos de frutas que bordean el camino, en Orotina. Aquí, los viajeros pueden saborear la frescura de la tierra costarricense con piñas dulces, sandía y el tradicional mango verde con sal o el ceviche de mango. Esta parada no solo permite disfrutar de productos frescos y autóctonos, sino que ofrece una inmersión en la cultura gastronómica local, celebrando los sabores tropicales que hacen de Costa Rica un destino culinario cada vez más codiciado.

Segunda Parada: Río Tárcoles

El trayecto continúa y la segunda parada es en el famoso Río Tárcoles, donde los viajeros pueden observar a los imponentes cocodrilos en su hábitat natural. La vista desde el puente es inolvidable, y ofrece una experiencia cercana con la vida silvestre local que ningún visitante debe perderse. Es una excelente forma de empezar a conectar con la biodiversidad del país, una de las más ricas del mundo.

Tercera Parada: Reserva Biológica Carara

Una parada en la Reserva Biológica Carara permite a los viajeros estirarse y explorar uno de los ecosistemas más ricos de Costa Rica. Este parque es conocido por su increíble avistamiento de aves, en especial los guacamayos rojos que habitan los frondosos árboles del bosque tropical. El recorrido a través de los senderos bien señalizados ofrece una experiencia en la que la naturaleza toma protagonismo, siendo una parada clave para quienes desean sumergirse en la flora y fauna de Costa Rica, siempre en su estado salvaje y sin interacción con animales en cautiverio.

Destino Final

Finalmente, después de disfrutar de un emocionante roadtrip lleno de naturaleza y cultura, el destino es el paraíso costero de Los Sueños Marriott Ocean & Golf Resort, un verdadero santuario de confort y bienestar frente al Pacífico. Este espectacular resort, enclavado en la Costa Verde, ofrece una experiencia única para quienes desean relajarse y disfrutar de todas las comodidades que solo Marriott puede ofrecer.

Al llegar, los huéspedes pueden sumergirse en una de las piscinas infinitas del resort, rodeadas de palmeras y con vistas impresionantes al océano. Para quienes buscan una experiencia aún más rejuvenecedora, el exclusivo Sibö Spa ofrece tratamientos inspirados en los secretos de la selva tropical, diseñados para revitalizar cuerpo y mente después de un día de exploración.

Además, Los Sueños Marriott es el destino perfecto para los amantes del golf, con su campo de 18 hoyos rodeado de paisajes exuberantes, donde la naturaleza se convierte en el mejor telón de fondo para una partida inolvidable. El resort también ofrece actividades de deportes acuáticos, permitiendo a los huéspedes disfrutar plenamente del Pacífico, ya sea a través de la pesca deportiva, paseos en bote, o simplemente descansando en la playa privada del hotel.

Una vez, instalados y después de haber disfrutado de la conveniencia del resort, es hora de conocer algunas atracciones cercanas, tal es el caso del Parque Nacional Manuel Antonio, que alberga una de las playas más bonitas del mundo según TripAdvisor.

Al concluir este emocionante recorrido desde el vibrante corazón de la Gran Área Metropolitana hasta el relajante paraíso de la Costa Verde, los viajeros descubrirán que Costa Rica ofrece mucho más que simples vistas: es una inmersión profunda en una rica biodiversidad y cultura vibrante.

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