Kris Jenner celebró sus 70 años con una fiesta que podría haber salido directamente de una película de espías. Inspirada en el estilo sofisticado y audaz de James Bond, la empresaria reunió a figuras de alto calibre como Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Justin Bieber, además de sus hijas Kourtney, Kim, Khloé, Kendall y Kylie, en una noche que combinó elegancia, humor y nostalgia.
La anfitriona lució un Givenchy Haute Couture diseñado por Alexander McQueen para la colección otoño-invierno 2002, acompañado de medias Wolford, zapatos Manolo Blahnik y guantes de Maison Valentino. El look se completó con joyas vintage de Bvlgari y Van Cleef & Arpels, además de un anillo de Lorraine Schwartz: una sinfonía de referencias clásicas que evocan la opulencia de los años dorados del cine.
Entre las luces rojas, el dress code impecable y una atmósfera digna del MI6, la velada reafirmó la capacidad de Jenner para reinventarse —esta vez no como “momager”, sino como protagonista de su propia película.
Un guiño al lujo, la teatralidad y la narrativa que ella misma ha construido durante décadas: la de una mujer que convirtió su apellido en un imperio.
